Catalunya lleva varios días en confinamiento. Sus habitantes no pueden salir de casa, excepto por causas molt concretas y delimitadas de manera estricta.
Es una situación muy complicada que a medida que pasan los días se vuelve más difícil de soportar. Las relaciones personales más allá del ámbito estrictamente familiar se han visto interrumpidas, pero los catalanes han agudizado su ingenio para mantener viva la llama de la amistad y el sentido de comunidad. Son cada vez más frecuentes las reuniones de amigos para tomar una cerveza… de manera virtual! Quedan a una hora concreta como si quedaran al bar de siempre, pero se conectan en simultáneo de manera virtual, cada uno des de su casa, con una cerveza, y pasan un buen rato charlando y riendo como si estuvieran juntos. Hay otra acción que se realiza cada tarde cuando cae el sol. A las ocho en punto, todo el mundo abre las ventanas y aplaude con entusiasmo durante varios minutos, en agradecimiento al personal sanitario que lo está dando todo para luchar contra la epidemia. Es una acción puramente simbólica, pero que produce un gran efecto de cohesión comunitaria. Sentir a todos los vecinos aplaudir al mismo tiempo por una causa común nos hace sentir miembros de una misma comunidad.
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Agosto 2020
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